Aún sigo rebuscando en mis adentros
la luz que me ilumina intempestiva
y así mi corazón quede en el centro
de aquella cumbre por quien siempre viva.
A veces me aparecen tempestades,
no hay solo ni arco iris en el cielo,
más se que mi alma tiene amistades
que ayudarán a descorrer el velo.
La vida se encamina generosa
parece renacer el día mío
y así la paz subyace en la hermosa
misión de caminar sin extraños.
10/01/10
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