No siempre se presiente la alegría
a veces se reviven los dolores,
aún es perceptible en la vida
la herida de antiguos nubarrones.
Soy yo el que está mal o somos todos
¿quién marca las terribles paradojas?
Si ser o estar no siempre es el logro
Que a mi bondad se exige o se le antoja.
Por eso está Dios siempre presente
siempre también callando sus mensajes,
no habla ni opina bruscamente
espera la bonanza en mis paisajes.
21/10/09
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