La paz reaparece tiernamente
se nota la bondad sin mis razones,
la fe es el espejo que en mi mente
anuncia el amor en mis dolores.
Y así voy dando pasos enfrentados
conmigo y sin mi opuesta resistencia
prefiero caminar por este prado
de flores y lapachos de clemencia.
La fe me dicta ánimos y curas
y así cada mañana se asemeja
a un pan casero lleno de ternura
cuya esperanza y buen amor refleja.
18/09/09
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