La vida en Cristo muestra fuertes cruces
seguirlo es coronarse de espinas
subir a un Calvario de sin luces
y en él, tomar la cruz con cual caminas.
Y así sólo te faltan esos clavos,
sentir tus manos y tus pies clavados
y así tu sangre colorear los prados
y sentir la lanza por quien sos salvado.
Vivir de crus y en ella, haber nacido,
sentir la muerte que cada día invita.
Vivir atado, los pies enardecidos:
así es la vida de aquel que resucita.
07/02/10
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