sábado, 26 de junio de 2010

CINCO

Ya no creo en días tan futuros
Tristeza y ceguera cuestionan mi mente
Son tormentas y dolores duros
Cinco tiros que te matan lentamente.

Digo cinco porque Cristo tuvo clavos
Y una herida en su Costado atravesado
Y esa lanza en la que mis pecados lavo
Dividió en dos su Corazón Sagrado.

Las espinas le rodearon la cabeza
Y le hincaron la desgracia inevitable
Casi muerto y en su boca que aún reza
Quedan ecos de un Amor tan admirable

No hay comentarios:

Publicar un comentario