Cumplís los veinticinco quien diría
Si eras aquel rubio de la cancha
Dios siempre te donó su garantía:
Pasaste a pescador con redes anchas.
Seguiste siendo vos y más humano,
Rebelde, inteligente, ubicado,
Y así en tu camino esas manos
Partieron Aquel Pan ya consagrado.
Y así catequizaste con tu vida,
La gente te encontraba sin cuestiones,
Y siendo aquel poeta que convida
Verdades descubiertas con tus dones.
A mi amigo el P Walter K. en sus bodas de plata sacerdotales.
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