Oh Virgen asunta a los altos cielos
Por ser esa Madre que lo entregó todo
Por Cristo dejaste hasta tus anhelos
Tu alma adquirió su por qué y su modo.
Así te subiste cual mujer gloriosa
En alma y cuerpo al azul eterno
Dormiste la muerte y en dicha gozosa
Allá nos esperas a tus hijos tiernos.
Así ésta dicha superó aquel drama
De ver a tu Hijo en la Cruz clavado
Tú fuiste por siempre la esclava que ama
A Dios y en tu Sí hemos sido salvados...
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