Jesús gritó muriendo tengo sed
Tu sed, mi sed, la del mundo entero
Y esa agua que supone mi fe
Es lo que deberé entregar primero.
Y allí estás con ese grito desgarrado
Esperando ese vinagre y esa espada
Más aún ese amor que no le es dado
Y queriendo que por ti sea saciada.
Tu grito rompe muros y murallas
Tu sigues padeciendo y gritando
Tu sed se enardece cuando callas
Tu vieja cruz te revive amando…
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